Cuando nos perdemos en el ideal
Todos solemos soñar con un mundo Perfecto: empezando por
casa, la cara perfecta, el cuerpo perfecto, el trabajo perfecto, el marido
perfecto, los hijos perfectos, la VIDA PERFECTA!!!
La palabra perfecto describe a la cosa, organismo o
individuo que reúne el más alto nivel posible de excelencia en relación a los demás elementos de
su misma especie o naturaleza.
Si algo es perfecto, no hay posibilidades
de hacerlo mejor, ya que no existe nada superior a lo que ya se ha conseguido.
El gran inconveniente es que, como seres
pensantes podemos darnos cuenta que la perfección no existe, al menos no en el
ser y estar humano.
Bien usada, la energía meticulosa y la auto
motivación de una persona con tendencia al perfeccionismo puede llevarla a
alcanzar grandes metas y a destacarse.
Bien usada, esa búsqueda de excelencia
puede ser un motor.
Pero el perfeccionismo tiene su lado oscuro
también. En la intimidad, muchas personas creen
que parte de su éxito en la vida tiene que ver con su tendencia al
perfeccionismo.
Y el perfeccionismo puede ser una droga:
quien lo prueba, experimenta un éxtasis inicial que lo lleva a accionar sin
cesar, y siente la gratificación inmediato que semejante esfuerzo puede
proporcionar. Pero igual que un narcótico, su efecto es efímero y, muchas
veces, peligroso.
Cuando exageramos una virtud, se suele
convertir en un defecto.
Así, esa tendencia a dar lo mejor de
nosotros puede transformarse en una enemiga cuando no sabemos dónde está el
límite entre excelencia y perfección.
En cuanto cruzamos la frontera, todo
cambia. Aquello que nos motivaba a ir por más, luego puede paralizarnos e
impedirnos avanzar. Lo que antes nos generaba una sensación de entusiasmo y
adrenalina, después tal vez nos produzca vértigo y ansiedad.
En la mentalidad del perfeccionista el
error es un fracaso, y a nadie le gusta fracasar…
Por eso, ante la mínima sospecha de no
hacerlo bien, prefiere no intentarlo.
Alguien así, se pierde de vivir
experiencias nuevas por miedo al ridículo por ejemplo, no se permite probar,
intentar fuera de un terreno conocido.
¿Cómo podes saber si el perfeccionismo te
está jugando en contra?
1.- Soles establecer metas que no alcanzas
2.- Constantemente competis
3.- Ves los errores como algo terrible
4.- Soles ser testarudo/a, creyendo que hay
una manera de hacer las cosas
5.- Soles ser muy autocrítico/a
6.- Soles dudar constantemente de tus
habilidades
Este tipo de perfeccionismo puede ser el peor
enemigo de la autoestima.
Es algo bastante lógico de comprender: la
perfección no existe, por lo tanto buscarla es un camino hacia la infelicidad
garantizado.
Te invito a que te mires a vos y a tus
actos ¿te perdes de disfrutar situaciones buscando la perfección de todo,
retrasas tomas de decisiones esperando el momento perfecto?
Camina tu camino sabiendo que cada paso es
avance, más allá de que ese paso te lleve a lugares que no querías llegar,
todo, cada instante, trae consigo aprendizaje, sobre todo, esos que llamamos
errores...Está en vos poder verlo de otra manera.
Buen viaje!
Fuentes: Desafiando Imposibles, Verónica de Andrés, Florencia Andrés,
2013, Ed. Planeta http://definicion.de/perfecto/#ixzz4INid0DOq