martes, 19 de mayo de 2015

¿Sabés decir que “NO”?

Pareciera que socialmente está mal visto decir que no: suena a una falta de educación, poca consideración con los demás, una actitud egoísta, poco solidario….y cuántas más etiquetas?

Es decir que, ¿lo que se espera de vos es que digas siempre que si?????
Y el tema ya no radica tanto en decir siempre que sí, sino hacerlo cuando en realidad lo que deseamos desde lo profundo del alma, es decir que “no”.

¿Y por qué no lo hacemos?

Una de la razones es el miedo.

Miedo a ser calificados negativamente, a ser rechazados, la necesidad de querer agradar a todos todo el tiempo, la falta de seguridad en nosotros mismos…

 Otra razón suele ser el sentimiento de culpa.

Tenemos instaladas creencias negativas que hacen que actuemos de cierta manera:

Voy a perder oportunidades, tal vez luego necesite de ellos.
Van a pensar que soy un/a egoísta, y yo quiero ayudar
Van a pensar que no soy capaz, quiero demostrar que puedo eso y más

Para empezar a poner límites necesito revisar mis prioridades y mis necesidades, esa es la base de la buena autoestima. Preguntarme qué quiero, para qué hago lo que hago, cuáles son mis valores in negociables.
A partir de reflexionar esto,  puedo auto afirmarme y poner limites sanamente en mis relaciones.

Una vez que logramos “cuidarnos” será más fluido decir SI, cuando querés decir si,  y NO, cuando querés decir no.
Sin ser cortante,ni agresivo, uno puede expresar su decisión con firmeza pero suavemente.

Con esta decisión te concedes a vos mismo/a mas tiempo para hacer lo que te gusta, estar más enfocado/a, acumular menos estrés y, te  vas a sentír bien porque sos coherente entre lo que pensás, decís y hacés!

Buen viaje!





martes, 12 de mayo de 2015

¿Te gustaría entrenarte para lograr aquello que querés?

Te invito a participar de la próxima charla - taller que estaré impartiendo en la ciudad de Pérez, el viernes 15 de mayo.
La idea es clarificar el papel que el coaching puede tener en tu vida y los beneficios de aplicarlo.
Para eso estaré exponiendo valiosa información acerca de talleres, cursos y conversaciones de coaching que planeo dar durante este 2015.

Desde ahora, AGRADEZCO tu participación.

lunes, 11 de mayo de 2015

Los lentes con los que miro

La particular forma de ver de cada ser humano está atravesada por innumerables filtros: modelos mentales, experiencias, imágenes, recuerdos, creencias, biología, entorno, contexto, cultura, etcétera, etcétera…

“Es domingo. Llueve. Una persona tenía programado ir a la playa, y la lluvia lo entristece, pues no podrá hacerlo. Otra persona debía regar su jardín. La lluvia lo alegra, pues ahora tiene más tiempo para dedicarse a otras tareas. Sin embargo, la lluvia no alegra ni entristece a nadie, la lluvia no tiene en sí misma la propiedad de alegría o tristeza. La lluvia es un hecho. Es nuestra interpretación, nuestra conversación, lo que produce alegría o tristeza.”

Pareciera, entonces, que no hay una realidad única, afuera, sino que yo puedo interpretarla a partir de la mirada que tengo de ella.

¿Qué es lo que hace yo tenga esta mirada que tengo?

El Observador que soy: está constituido por una coherencia entre el estado de animo en el que me encuentro, más el cuerpo que tengo disponible para la acción, más la conversación interna o externa que surge a partir de lo que puedo ver (que pueden impulsarnos o frenarnos).

Pues, como mencioné mas arriba, voy a mirar desde mi particular forma de ver, es decir, con mis lentes cargados de experiencias, saberes, juicios, y demás bagaje que me hace ser quien soy.

Un médico puede ver síntomas del cuerpo que yo no veo, un analista de sistemas puede detectar un virus donde yo solo “veía” lentitud; una maestra puede notar dificultades de aprendizaje donde yo solo veía distracción….estas son distinciones particulares que ayudan a interpretar diferentes hechos.

Así, en nuestra vida, todos tenemos distinciones que nos ayudan a interpretar los hechos y a tomar decisiones, sobre cómo sentirnos, y  hasta qué acción tomar.

Si un día me cruzo con un conocido y este no me saluda puedo concluir varias cosas: “no me vio, iba apurado”, “algo pasa, no me saludó, seguro está enojado por algo”. Un mismo hecho: dos interpretaciones.

Podemos elegir que interpretación tener, y frente a cada problema está en nosotros ver la oportunidad.

“La creencia hace la diferencia”

Henry Ford

sábado, 2 de mayo de 2015

¿Cual es tu pasión?

¿Quién no se ha hecho esta pregunta alguna vez en su vida? Sino infinidad de veces, tal vez de otras maneras, ¿Qué me gusta hacer? ¿Qué es lo que, cuando lo hago, pierdo la noción del tiempo? ¿Haciendo qué, fluyo más? ¿Qué es lo que naturalmente me sale bien hacer desde siempre?
Estas u otras preguntas pueden ser disparadores útiles para descubrir mi pasión.

A muchos les pasa que la descubren desde muy pequeños, se les presenta con total claridad aquello que les apasiona y comienzan a practicarlo, ya sea como hobbie o como profesión.

Pero a una gran cantidad de personas les sucede que hasta muy avanzados en su edad madura, aún sienten que no saben o no encuentran una actividad que los llene, que los satisfaga.

La importancia de saber qué nos apasiona y hacer algo con esa energía es fundamental para nuestro bienestar general. ¿Y porque afirmo esto? Porque lo que nos apasiona viene del alma, ese energía que nos mueve, que no conoce perezas y que cuando está bien dirigida hace crecer nuestra creatividad y nos brinda alegría y paz infinita.

Y no se trata de dedicarse profesionalmente o como medio de vida a esta actividad. Con dedicarle un rato todos los días o quizás menos, dos veces a la semana, o lo que podamos, pero, pero!!!! es muy importante no postergarla, no ir dejando "para más adelante cuando..." porque estaremos saboteando nuestro propio equilibrio, que como personas necesitamos para estar en armonía.

En mi caso, la práctica del coaching llegó a mi vida para reafirmar algo que ya estaba en mí. Desde siempre me había fascinado el tema del humano, el lenguaje, el hecho de sentir que con "mi mirada" podía ayudar o guiar a otros, y aunque el recorrido aún se está haciendo, siento que hacer lo que hago: talleres, charlas, intervenciones individuales, me enriquece, me agranda el panorama y aprendo, fallo, a cada paso.

Para terminar, si aún no descubriste qué es lo que te apasiona, aquí te dejo algunos interrogantes que te pueden acercar a "tu verdad", "tu misión", "tu propósito":

¿Qué puntos fuertes crees tener para aportar algo al mundo?
¿Cómo te gustaría que te recordaran?
¿Qué trabajo te gustaría tanto hacer que lo harías aún sino te pagaran?

Ojalá te sea de utilidad!