sábado, 2 de noviembre de 2013

Mi versión de la Paz

                                                                            No hay caminos para la paz; la paz es el camino.
Mahatma Gandhi

Esta frase nos invita a reflexionar:

¿Qué creemos acerca de la paz? ¿Por qué surge la violencia? ¿Cómo podemos evitar las guerras?
Estar en Paz tiene que ver con la profunda aceptación de que el pasado no puede ser modificado. Sólo podemos cambiar nuestra interpretación de lo que pasó y a partir de eso renacer una y otra vez en seres mejores, sabiéndonos imperfectos y conscientes de que estamos aquí para aprender.
A partir del crecimiento continuo y de la autoevaluación podemos construir nuestra paz interna, que hace que nuestro entorno entre en sintonía, y como un eslabón de una gran cadena contagiar espacios, pensamientos, creencias, posturas; transformarnos para transformar.
Y esto que digo, no es una apología de querer cambiarlo todo arbitrariamente, NO. Es saber que el gran paso es “darse cuenta” que no puedo pretender que los demás hagan o dejen de hacer, en el amplio sentido de la palabra. YO desde mi lugar, desde mi mundo, tengo que promulgar la paz: primero, conmigo mismo, aceptando y amando  lo que soy, respetando mis limitaciones, mi errores, mis falencias; porque en mi condición de humano soy infinitamente imperfecto pero mi alma es una entidad absolutamente perfecta; y mediante este conocimiento puedo cultivar la comprensión y la compasión.
Desde este escenario, estamos en condiciones de poder aportar a los demás las bases para un mundo en equilibrio y armonía. Y “los demás” podrán ser: para algunos su familia, su pareja, sus hijos; para otros sus alumnos, sus amigos; y algunos tendrán llegada a las instituciones, que deben bregar continuamente para lograr los grandes cambios…
Pero nunca debemos olvidar, que somos nosotros, como personas individuales quienes tenemos el mayor PODER de cambio, sobre nosotros mismos.
La gestión de la paz en uno, nos hace proveedores de Paz hacia nuestra sociedad.
No tenemos que objetar que el mundo está podrido, que la gente está loca y estresada, sino mantenernos objetivos frente a tantas sensaciones que nos ofrece el mundo exterior, aunque no es fácil.
El secreto un poco estará e la firmeza y la claridad de nuestros sueños más profundos. Aquellas metas que nos hacen caminar día a día, avanzar de a poco, aquellas convicciones que nacen de lo profundo de nuestro ser. Saber que en el camino habrá muchos obstáculos, y eso hará que refuerce mis ganas y mi motivación para seguir ADELANTE.